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El agua ha sido necesaria para el desarrollo y florecimiento de la humanidad a través del tiempo. Los principales usos que se le ha dado han sido domésticos: consumo, aseo e higiene; además puede destacar su empleo en actividades industriales de diversa índole, como limpieza y enfriamiento de maquinarias. Paulatinamente el recurso ha disminuido, debido sobre todo al crecimiento poblacional, la fuerte demanda, periodos de sequía, uso en la agricultura, modificación de embalses, deforestación, etcétera.

Otro de los problemas relacionados con el agua es la contaminación. Desgraciadamente las diferentes actividades que realiza el ser humano la ha incrementado a través de las aguas residuales, las cuales se han vertido a sistemas naturales-especialmente los ríos y arroyos, que han sido considerados como los medios más baratos para deshacerse de los desechos-con la finalidad de alejarlas de los núcleos de población. Debido a la creciente preocupación por la calidad del agua, la Organización de las Naciones Unidas declaró 2003 como el Año Internacional del Agua Dulce, con la finalidad de organizar a nivel mundial eventos para crear conciencia y aminorar este problema ambiental.