Universidad de Zaragoza [...] en líneas generales la realización del nuevo poder monárquico no entra en pugna con esta difusa estructuración particularista y particular; en lugar de arrollarla con su avance, normalmente se sirve de ella en los planos de la fiscalidad, de la organización militar, del orden público. La fuerza del Estado barroco se asienta sobre la base de la alianza entre poder central, comunidades, instituciones corporativas, poderes autónomos locales, etc.; reprime los poderes particulares cuando son antitéticos al «servicio del rey» o lo obstaculizan, mas trata sobre todo de servirse de ellos, de insertarlos en el diseño general, de coordinarlos con la acción de la monarquía y por lo tanto, en ciertos aspectos, los consolida 1.

Las palabras del historiador italiano Rosario Villari reflejan bien la naturaleza de las relaciones de poder en el interior de los estados durante la Edad Moderna, y en particular dentro de las llamadas «monarquías compuestas» 2. El origen de estas estructuras políticas se encuentra en la sucesiva ampliación de los dominios de un soberano por matrimonio, herencia o conquista, procedimientos habituales ya en la Edad Media. Dado que las nuevas adquisiciones eran territorios dotados de una identidad política preexistente y distinta a la de las otras partes de la monarquía, se hizo necesario buscar una fórmula que garantizase su gobernabilidad cumpliendo tres objetivos complementarios. Por un lado, era preciso poner en marcha una administración que funcionase con eficacia, garantizase la integración de la nueva